Los que hayan aprendido a localizar las estrellas en la bóveda celeste sabrán que en cada estación del año hay un conjunto de estrellas predominante. En verano resaltarán tres estrellas muy  brillantes Vega, Altair y Deneb formando un gran triángulo, en otoño serán tres estrellas de la constelación de Pegaso y una de Andrómeda formando un gran cuadrado, en invierno dominarán las estrellas Sirio, Rigel, Aldebarán, Capella, Pollux y Proción formando un gran hexágono y en primavera serán Arturo, Espiga y Regulo las que formarán otro gran triángulo,y así un año tras otro.

Siempre aparecen en la misma posición e igual de brillantes, esta aparente inmutabilidad se debe a que la vida de la gran mayoría de las estrellas se situa entre 1 y 10 mil millones de años y a que se encuentran a una distancia mayor de 4 años luz. No obstante, si se observan con mas detalle, algunas de ellas muestran una variabilidad en su brillo a o largo de pocos días, como por ejemplo Betelgeuse que se encuentra en las fases finales de su existencia.

Las estrellas son cuerpos celestes esféricos que como todos tienen una masa y un tamaño, pero con la particularidad de que transforman la materia de su interior en energía, haciendo que su superficie alcance una determinada temperatura y brille emitiendo luz hacia el espacio. La temperatura de las estrellas y el color predominante de la luz emitida están relacionadas, si el rango de temperatura abarca desde los 2000 a 30000 K el color correspondiente va desde el rojo al azul, pasando por el naranja, amarillo y blanco.

El mecanismo interno de una estrella para generar energía en su interior depende de su masa y del tipo de materia que contiene, alcanzando una temperatura superficial y un tamaño determinados.

Sabemos que dos cuerpos a diferentes temperatura intercambian energía en forma de calor mediante tres mecanismos: conducción, convección y radiación. En los dos primeros hace falta que los cuerpos estén en contacto directo o a través de un tercero, mientras que la radiación se hace en el vacío. El espacio entre las estrellas y la Tierra está vacío prácticamente, recibimos la radiación en forma de luz.

La radiación que nos llega depende de la temperatura y tamaño de la estrella así como de la distancia a la que se encuentre, dando una sensación de brillo.

La estrella mas brillante en el firmamento es Sirio:

• masa: doble que la del Sol
• radio: doble que la del Sol
• temperatura-color: ~10000 K -  blanco
• distancia; ~9 años luz.

La tercera estrella mas brillante es Arturo:

• masa: parecida a la del Sol
• radio: 25 veces mayor que el del Sol
• temperatura - color: ~4300 k - anaranjado
• distancia: ~37 años luz.

La estrella mas cercana a la Tierra, exceptuando el Sol, es Próxima Centauri:

• masa: la décima parte de la del Sol
• radio: la décima parte del radio solar
• temperatura - color: ~3000 K - rojo
• distancia: ~4 años luz.

El Sol es la estrella mas cercana a la Tierra, este es el motivo por el que lo observamos como un disco amarillo que ocupa una zona de medio grado en en la bóveda celeste, como la Luna, a diferencia del resto de estrellas que se ven todas puntuales inclusive a través del telescopio.

• masa: 333 mil veces la de la Tierra (masa de la Tierra 6 cuatrillones de kg)
• radio: cien veces el de la Tierra (radio medio terrestre 6371 km)
• temperatura - color: ~6000 K - amarillo
• distancia: ~150 millones de km